Lo que nos ha sorprendido de este cuadro titulado «Un pastor de Jutlandia en el páramo», obra de Frederik Vermehren, no ha sido la utilización de colores, o cómo ha pintado a las ovejas, es ver al pastor haciendo punto.
Comenzamos con saber dónde está Jutlandia, y resulta ser una península europea, con parte de su superficie en Alemania y parte en Dinamarca, y que se caracteriza por sus paisajes planos y pequeñas colinas (como se puede presumir en el cuadro).

Sobre el autor de la obra, el danés Frederik Vermehren (1823-1910), pintó a la gente del país, teniendo una especial atención a la gente del campo, como demuestra este cuadro. De joven estudió en la Real academia danesa de arte. Visitó y trabajó en ciudades como Roma, París y Países Bajos. Su vida continuó como profesor de pintura y especializándose en retratos. Parte importante de su obra se conserva en los grandes museos y colecciones danesas.
En cuanto a esta obra, sabemos que fue pintada en 1855. En la página de la Galeria Nacional de Dinamarca encontramos la «historia» de este cuadro.
En junio de 1854 Frederik Vermehren se encontró a este pastor de 82 años de edad en los páramos Jutlandia, que caminaba errante, y con sus manos, haciendo punto en un paraje donde dominaba la flor de brezo mientras sus ovejas pastaban tranquilamente. Además de las ovejas, un perro fiel le acompañaba.
Este encuentro ha propiciado una de las imágenes rurales más famosas en la historia del arte danés.
Los expertos dicen sobre este cuadro:
Tomando el escenario mundano como su punto de partida , el panorama que tenemos ante nosotros es una interpretación de la afinidad del hombre con la naturaleza, de una vida sencilla vivida en armonía con la naturaleza y un Dios cuya presencia se hace sentir en el gran paisaje.
Finalmente no nos hemos enterado si al pastor le llegó su afición por hacer punto influido por su familia o se le ocurrió que sería una forma muy interesante y practica de ocupar el tiempo. Seguiremos preguntando.